Spanish Women of Wonder

Hoy me enorgullece presentar un proyecto en el que llevo trabajando bastante tiempo, una aventura que en realidad comenzó hace algo más de un año, y que ha permitido dar a conocer el trabajo de 10 autoras de ciencia ficción en español. Me refiero a Spanish Women of Wonder, el proyecto de crowfunding para traducir al inglés los relatos comprendidos en la antología Alucinadas, de la editorial Palabaristas.

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Meses después de la publicación de esta obra en español, hemos organizado una iniciativa de micro-mecemazgo en la plataforma Kickstarter para lograr traducir los relatos al inglés.

Necesitamos la máxima difusión, de manera que Spanish Women of Wonder sea conocida por el mayor número posible de personas. Queremos que las voces de las autoras de ciencia ficción en español, procedentes de ambos lados del Atlántico, se oigan en todo el mundo y eso será posible si conseguimos publicar las historias en el mercado de habla inglesa, el mayoritario en estos momentos.

Os recordamos que la antología cuenta con la participación de la extraordinaria Angélica Gorodischer, que amablemente participa con la historia «A la luz de la casta luna electrónica». Asimismo, la obra cuenta con un prólogo de excepción de la mano de la editora norteamericana Ann VanderMeer, y con las historias de Nieves Delgado (España), Yolanda Espiñeira (España), Felicidad Martínez (España), Layla Martínez (España), Laura Ponce (Argentina), Teresa P. Mira de Echeverría (Argentina), Sofía Rhei (España), Lola Robles (España), Carme Torras (España), y Marian Womack (España).

Hemos contactado con una traductora especializada en traducciones de ciencia ficción y fantasía para llevar a cabo este proyecto que, si todo sale como esperamos, verá la luz en Noviembre de 2016.

¡Os pedimos que nos ayudéis a dar difusión a este kickstarter, para hacer realidad este sueño!

¡Gracias!
https://www.kickstarter.com/projects/1815756115/spanish-women-of-wonder

 

Prólogo para «Diez Variaciones sobre el Amor» de Teresa P. Mira de Echeverría

(Hace un tiempo la escritora argentina Teresa P. Mira de Echeverría me pidió que escribiera el prólogo de su primera antología de relatos de ciencia ficción, publicada por Ediciones Ayarmanot. No pude negarme porque siento un gran interés por la manera de entender la ciencia ficción de Teresa. Hoy 12 de septiembre se presenta el libro en Buenos Aires y yo, desde aquí, me sumo a este evento publicando el prólogo.)

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La literatura es un juego de identidades: si el autor hace de divinidad creadora y destructora que inventa personajes, y genera escenarios e historias que los interrelacionen, el lector adopta el papel de espectador, pudiendo o no identificarse con alguna de las personalidades que habitan la narración. Tú, que lees estas palabras, habrás querido traspasar con Alicia el espejo, ayudar a Robinson Crusoe a descubrir las huellas de Viernes o luchar junto a Paul Atreides en Arrakis. Quizás hayas querido “ser” Alicia, Crusoe o Atreides, subirte como Atreyu a la grupa de Fújur, consultar los volúmenes de la Gran Biblioteca de Trántor, pasear por las arenas marcianas imaginadas por Bradbury o contemplar los cielos desde el USS Discovery One de Clarke.

Cada una de esas historias, y muchas más dentro y fuera de la literatura de género, siguen manipulando nuestras mentes y nuestros sentidos, sumergiéndonos en otros mundos sin necesidad de implantes neuronales o de sistemas de realidad virtual. Una historia es algo más un viaje, es aceptar que uno puede llegar a adoptar personalidades distintas y experimentar “ser el otro” por unos instantes.

Los cuentos que vas a leer proceden de la habilidad creativa de Teresa P. Mira de Echeverría, una hechicera de las palabras que investiga a través de sus ficciones la dimensión afectiva de ese “otro”. Diez Variaciones sobre el Amor recorre una gradación de afectos, desde la amistad a la pasión, pasando por el cariño fraternal y paternal, y llegando hasta su ausencia.

El interés de Teresa por los sentimientos en el marco de la temática fantástica y de ciencia ficción está relacionado sin duda con sus tempranos estudios científicos, que dejó de lado para lanzarse hacia su auténtica vocación: el análisis del conocimiento humano a través de la filosofía. Todas las obras que he leído de esta escritora, desde “Memoria” de la antología Terranova (Sportula) –traducida recientemente al inglés- hasta “La Terpsícore” (Palabaristas en ebook y Sportula en rústica) giran entorno a las relaciones personales en situaciones extraordinarias. ¿De qué manera se desarrolla el idilio de un humano enamorarse con el miembro de otra especie? ¿Puede una mujer sobrevivir a un desdoblamiento múltiple de su personalidad, ser testigo de la muerte de las diferentes versiones de sí misma y caer en los brazos de una IA omnipotente?

La habilidad con la que autora teje situaciones fantásticas en escenarios insólitos es asombrosa y sin, embargo, habla de cuestiones vitales intemporales, como la percepción de uno mismo en el conjunto del universo desde la perspectiva del amor, tomada en el sentido filosófico del término: una virtud que, en el ser humano, implica desplegar bondad de diversas maneras y hacia distintas entidades.

Esto me hace pensar en “Dextrógiro”, un cuento repleto de referencias a Borges y a su minotauro, un viaje a la singularidad que centra la galaxia, en la que el protagonista vive una experiencia sublime de autoconocimiento, entendido como un acto de amor hacia sí mismo.

Lentamente repitió el poderoso mantra de su propio nombre, pugnando por mantenerse uno, por no desencarnarse otra vez; y, en el instante final, cuando su mente estaba siendo separada de su cerebro y la última neurona estiraba inútilmente sus dendritas –al como un niño estira sus brazos hacia la madre del que lo están alejando–, Ariadnoo comprendió ¾tarde, como siempre– lo que le sucedía.

Varios de los relatos de esta antología indagan sobre el amor inter-especies: no se trata de explorar si es posible enamorarse de una criatura de otra especie, algo que se acepta con naturalidad, sino especular sobre cómo se desenvolvería una relación semejante. En “Pterhumano” resuenan algunas de las referencias que impregnan la bibliografía de la autora: me refiero a la influencia recurrente de China Miéville, de sus paisajes urbanos y orgánicos, repletos de criaturas variadas, inmersas en profundos conflictos personales. Las normas sociales imponen una exclusividad sentimental que entra en contradicción con las ansias de libertad del protagonista, un ave antropoide sin alas.

—Algún día voy a volar, ¿sabes? —el tono de Jeroen no tenía convicción alguna. Allí no había más que la declamación de lo que se suponía que tenía que decir.

Shauna se enojó de verdad y escupió con rencor:

—Los pterhumanos no vuelan. Son como los avestruces o los pingüinos, cuyas alas son una farsa. Y tú ni siquiera tienes unas.

La autora ahonda en esta temática en “La poética de la sirenas”, en la que utiliza la historia de amor entre Eleazar Rickman, poeta genético, y Ada Blenders, una mujer construida en base a un poema, para reflexionar sobre los lazos que unen a la obra con su creador. ¿No es todo acto artístico un ejercicio de sublimación de la que devoción que el artista experimenta hacia la belleza?

Y entonces me contó cómo usted lo ayudó a construirme inspirándose en “She walks in beauty”, el poema de Byron. Cómo me llamó Ada por su amor a aquel poeta. Cómo él me dedicó a usted, tal como se dedica un libro…

¿Podría considerarse como una relación entre tales personajes una suerte de incesto? El mayor atractivo de la ciencia ficción, la fantasía y el terror es precisamente su fuerza especulativa, su capacidad para proponer nuevas convenciones sociales, su valentía para desafiar los principios y valores establecidos, y componer nuevos usos y costumbres inter-relacionales.

El mismo tema, desde una perspectiva diferente, se contempla en “El obsequio”. Hamabost Astigar, un pintor de cuadros químicos del planeta Ataun, ofrece su obra cumbre –una nueva forma de vida- a un mundo que necesita liberarse de sus imperfecciones. Parir vida y ofrendarla, como acto supremo de amor hacia el universo, la creación artística como actividad demiúrgica última y reproductiva: el artista infiltra parte de su ser en cada obra y, de alguna manera, se da al universo en el acto creativo.

Y, desenvolviendo el papel de regalo, entregaron a la Tierra el obsequio que habían atesorado durante tanto tiempo.

Dicen que, algunas semanas después—tras una breve campaña que abarcó todos sus territorios conocidos—, la raza humana pereció pulverizada en su más íntima esencia. La victoria de los invasores siempre había sido segura, nada hubiera podido evitarla.

De la premisa anterior parte “Como a sí mismo”, relato en el que la autora ahonda en la relación sentimental de dos clones. La reflexión ética sobre las consecuencias prácticas de la ingeniería genética presenta escenarios desconocidos que atormentan física y espiritualmente el alma de Gastón de Quincey. ¿Se pueden imponer límites morales al afecto entre seres inteligentes y autoconscientes que actúan con libertad?

Se miraron azorados; no era común que dos clones se encontraran en el mismo planeta. Por lo general, los embriones clonados a partir de un donante anónimo, se esparcían por las diversas colonias humanas que necesitaban elevar su población drásticamente. Todo un sistema creado en aras de facilitar la variedad de expresiones de cada individuo sin perder por ello la sagrada “variación genética”.

El amor inter-especie puede comenzar como cariño paterno-filial para transcender y convertirse en un afecto sensual y sexual, transgrediendo las reglas básicas de comportamiento en la civilización humana. Así ocurre en “Otoño”, que es un crítica a la unidad familiar convencional, y que reivindica nuevas fórmulas de organización social y de reproducción. Una de las características más aplaudidas de la literatura de género es la de asumir sin lastres morales conductas inaceptables a los ojos del s. XXI.

Extendió sus cuatro brazos, arropando en sus volutas a la madre y a la niña, uniéndolas y uniéndose a ellas en éxtasis; entonces, de un modo aterrador y sublime, abrió una boca imposible y las tragó mientras aún estaban con vida, y las asimiló lentamente en su ser.

Cualquier relación inter-especies aborda el choque de culturas, el momento en el que cada grupo de seres inteligentes y auto-conscientes se enfrenta con su interlocutor. “A su imagen” examina la conexión de dependencia afectiva y sexual entre un ser humano y otro mitótico, capaz de mudar de cuerpo para rejuvenecer. No puedo dejar de comentar, llegados a este punto, las magníficas frases iniciales, uno de los mejores principios que he leído:

La cosa es así: hay que colonizar.

Y RR/1.111 parecía tan bueno (o tan malo) como cualquier otro sitio. Lo que le llamó la atención fue, simplemente, el número; y el número no decía mucho.

Decía que estaba cerca del borde exterior galáctico, decía que era un planeta no gaseoso, y no decía nada más. Sólo que el azar había combinado el mismo dígito cuatro veces.

Es posible abordar el afecto desde el ángulo de la amistad en un decorado de ciencia ficción, como en “Spider”. Se trata de un auténtico relato de iniciación que reúne elementos de la cultura indígena rioplatense con una conciencia cyborg, que recuerda de nuevo a la Tejedora de Miéville en La Estación de la Calle Perdido, al monstruo Ygramul en La Historia Interminable de Michael Ende, a La Metamorfosis de Ovidio y la mitológica Aracné.

“¿Quién podrá tendernos un puente entre el cielo y la tierra?”, preguntaron los dos hermanos.

“Yo lo haré”, contestó la araña.

“¿Tú?”, dijeron ellos, “¿cómo es posible que tejas una cuerda tan larga y resistente? ¿Y qué nos pedirás a cambio?”

La araña sonrió con su sonrisa tan antigua como el mismísimo universo, y respondió con dulzura: “¿Quién dijo que he de tender una cuerda? Haré que el cielo baje a la tierra. Y sólo pediré a cambio lo que es mío: todo”.

 

Teresa no solo trata el amor inter-especies en esta antología sino que es capaz de elucubrar sobre sus efectos en un viaje temporal, como en “Vidrio Líquido”, al más puro estilo Wells. Una viajera contratada por un retroartista debe descubrir el secreto de las vidrieras de la catedral de Chartres en el siglo XIV, en una ciudad destrozada por la peste negra y por la intolerancia religiosa. ¿Es lícito intervenir en el curso de la historia para proteger el objeto de nuestros afectos?

¿El vidrio es un líquido? ¡Sí…! ¡No…! ¿Y por qué otra cosa estaría sino yo aquí?

Y aquí es más bien “cuándo” que “dónde”.

Dónde, es un sitio particular que me taladra la conciencia: Chartres.

Y cuándo, es el año mil trescientos cincuenta y algo. Después de Cristo… creo.

No sería posible dedicar una antología de relatos al afecto en varias de sus modalidades sin plantear la exploración de su ausencia. “La lámpara de Diógenes” utiliza el análisis clínico de un Femtomívero para poner de manifiesto la falta de empatía en el ser humano, consumido por su propio egoísmo y desafiado por la naturaleza.

El femtomívero volvió a quedarse solo sobre su placa de estudio. No dormía porque no vivía ninguna continuidad. Tampoco descansaba ni moría, porque lo hacía constantemente. Un filósofo se hubiese preguntado si el femtomívero era en verdad uno solo, si no eran, más bien, millones de sucesivos seres. Pero no quedaban ya en la Tierra filósofos humanos. Ni pintores, ni futbolistas, ni ninguna otra cosa que no fueran genetistas.

Leer es un acto de confianza hacia el autor y la función del prologuista es la de asegurar al lector que su elección es acertada, que la obra que se expone a posteriori responde a sus expectativas. No tengo manera de garantizarte que los cuentos de Teresa serán de tu gusto porque te desconozco, lector. Pero, si has llegado a leer hasta aquí, es porque la curiosidad forma parte intrínseca de tu personalidad, porque buscas modos nuevos de abordar las cuestiones que preocupan al ser humano desde su despertar en esta Tierra, porque quieres disfrutar de mundos nuevos, de civilizaciones alienígenas con otras formas de entender la convivencia, porque te interesa saber de qué manera otros seres inteligentes aman.

Te animo a que descubras la propuesta narrativa de Teresa P. Mira de Echeverría, que te dejes llevar de la mano por sus protagonistas, que consientas transmigrar su cuerpo y adoptar alguna de las personalidades que se dibujan a continuación. Porque, al final, Diez variaciones sobre el amor es una declaración de afecto hacia el arte por parte de su autora y tú, lector, formas sin quererlo parte de ella.

 

Cristina Jurado

Dubai, agosto de 2015

Alucinemos

alucinadas-finalHoy sale a la venta la antología de relatos de ciencia ficción en español escritos por mujeres Alucinadas, de la editorial Palabaristas, disponible como ebook mediante la plataforma de venta online Lektu. Durante las próximas 48 horas el libro podrá adquirirse a través de pago social y, del 30 de noviembre al 6 de diciembre (fecha de inauguración de la MIRCon) podrá comprarse por 1€. A partir del 6 de diciembre, el precio quedará fijado en 1,99€.

El próximo 7 de diciembre, a las 13:00, tendrá lugar la presentación oficial de la antología en el seno de la MIRCon. El evento contará con la presencia de Cristina Macía, de parte de Palabaristas, y de Leti Lara Palomino, como representante del equipo editor. Además, varias autoras participarán en la presentación: Nieves Delgado, Yolanda Espiñeira, Sofía Rhei, Lola Robles y Carme Torras.

Laura Ponce

Laura Ponce

La mejor manera de presentar la antología es dejar que cada una de las escritoras explique qué le llevó a componer cada historia. En este sentido, Laura Ponce nos dijo: «La idea para escribir “La tormenta” se me ocurrió después de ver un documental sobre un río de África que se seca por completo durante buena parte del año, pero cierto día se presenta una tormenta, una gran tormenta, y el cauce seco comienza a inundarse y los peces que se habían mantenido enterrados van saliendo, boqueando, abriéndose paso en el barro. Me pregunté qué pasaría si no fueran sólo peces, y para contarlo quise armar un relato que fuera el relato de un relato de un relato.»

Teresa P. Mira de Echeverría

Teresa P. Mira de Echeverría

Teresa P. Mira de Echevarría explica así el germen de su historia: «En esencia las 9 versiones de la protagonista, cada una relacionada con un animal, son en realidad, los 9 animales con los que yo me siento relacionada o «identificada». Me di cuenta que era como partirme en distintas versiones de mí pero que era necesario reintegrarlas.  Pensando en eso —y con el querido gatito de Schrödinger siempre dándome vueltas por la cabeza—, se me ocurrió que la mente humana, la persona en sí, podrían ser una caja donde lo múltiple se vuelve uno y viceversa, como un microcosmos cuántico. Además está esa cosa zenoniana de moverse en la inmovilidad, el pasaje heraclíteo entre opuestos que siempre me gustó.”

Layla Martínez

Layla Martínez

En palabras de Layla Martínez: “Me obsesionaba la idea de la historia de Croatoan desde que la descubrí, porque siempre me ha llamado la atención el hecho de abandonar la civilización y las historias que giran en torno a eso, desde los ascetas y santos medievales a las actuales. De alguna manera en el relato los que deciden vivir (o se ven obligados a ello) en la colonia subterránea también han abandonado la civilización porque ésta ya no tiene nada más que ofrecer. De alguna manea también se han hecho salvajes e incivilizados”

Marian Womack

Marian Womack

Marian Womack se basó en una experiencia muy personal para escribir su cuento: «Este verano descansamos unos días en Black Isle, y nos alojamos en Pier Cottage. Visitamos las ruinas del castillo, recorrimos el embarcadero, paseamos por la llanura de marea, espiamos a las aves desde los ventanales de la casa. Es un entorno hermosísimo, pero incierto, frágil. En los últimos años, cada vez que hemos vuelto a calzarnos las botas de montaña para salir al campo, un entorno que añoramos desde la gran ciudad, ha sido para volver a escuchar las mismas palabras, casi siempre referidas a la pérdida: del número de aves, del frágil ecosistema, de especies conocidas. Esto está ocurriendo muy rápido, y sólo ahora empezamos a ser conscientes de ello. Creo que se trata de un tema del que necesitamos con urgencia iniciar una conversación, también desde la literatura.»

Yolanda Espiñeira

Yolanda Espiñeira

A la hora de concebir su relato, Yolanda Espiñeira explica: «’El método Schiwoll’ trata de la traición. La traición personal y profesional, que es algo presente en la vida de todo el mundo tarde o temprano, así como los modos en que los humanos transigimos con ella para poder seguir viviendo.  Personalmente, me interesaba tratar este tema, pero el hacerlo en forma de literatura especulativa, me permitió tratar también, aunque tangencialmente, otros temas como el problema de las relaciones entre la mente y el cuerpo, y el estatus de la humanidad como especie.”

Carme Torras

Carme Torras

“Memoria de equipo” de Carme Torras surge de la relación entre la autora y el deporte: “Empecé a jugar a básquet a los ocho años y sigo jugando. La compenetración que llega a alcanzarse dentro de un equipo siempre me ha parecido algo mágico. No es que el equipo sea más que la suma de sus miembros, es que es otra entidad, con memoria y consciencia propias. Un referente de mi relato es la consciencia colectiva descrita en «Más que humano» de Theodore Sturgeon que, trasladada al terreno de básquet y aderezada con las increíbles prestaciones que ofrecerá la tecnología en un futuro próximo, abre un sinfín de posibilidades.”

Nieves Delgado

Nieves Delgado

Sobre su cuento “Casas Rojas”, Nieves Delgado aclara: “Pensé en cuáles serían los límites de «humanidad» que se le impondrían a una máquina, es decir, en qué momento el ser humano se plantearía si una inteligencia artificial es algo más que una máquina. Busqué una situación límite, y se me ocurrió la esclavitud sexual. Porque busco una definición de la cualidad de «humanidad» que sea externa a la propia biología. En realidad, creo que indago en eso que místicamente se conoce como «alma».”

Felicidad Martínez

Felicidad Martínez

Para Felicidad Martínez: «Tres cosas me sirvieron de inspiración para escribir “La plaga”. La chispa fue un artículo científico que me dejó flipando. Desde entonces leo todo lo que cae en mis manos sobre plantas y debo decir que son unos seres vivos muy infravalorados. En segundo lugar, la película Starship Troopers; cada vez que la veo disfruto de esa mala baba, ese humor negro que destila en cada detalle en apariencia trivial. Para mí, el humor no es solo un alivio, sino una sátira. Nada, absolutamente nada en mi relato está puesto porque sí. Todo tiene una intención a la espera de una reacción. Unas veces de forma sutil, otra de manera más evidente. Por último, el relato “Maleficio” de Juan Miguel Aguilera. Un Doom, como el propio título indica, que te tiene enganchado de principio a fin, y no solo por la acción, sino porque además está cargado de pequeños detalles que le dan profundidad y originalidad.»

Lola Robles

Lola Robles

Cuando le preguntamos a Lola Robles, nos contestó: «Al empezar a escribir «Mares que cambian» imaginé un planeta, Jalawdri, donde había cinco sexos y géneros considerados «naturales» en lugar de dos, y donde irían personas de otros mundos para transformar su cuerpo y convertirse en quien siempre habían deseado ser. He intentado adecuar el lenguaje a las personas de ese mundo y a los visitantes. Finalmente creo que he escrito también un relato sobre la necesidad de pertenencia a un lugar, a un grupo, a unos afectos.»

Sofía Rhei

Sofía Rhei

La autora de “Techt” es Sofía Rhei, a la que: “La idea se me ocurrió al ver cómo en los libros estilo «best-seller» el vocabulario es cada vez más reducido y, al mismo tiempo, tras mi experiencia como profesora en la que muchos adolescentes sustituían palabras enteras por signos, contaminados por los SMS. Vi a un chico japonés pulsando teclas de su móvil sin mirarlo, mientras mantenía otra conversación hablando y pensé que las posibilidades de marcación estaban en pañales. Al introducir en los teclados una variable tan frecuente en videojuegos como la marcación simultánea, se multiplican literalmente las posibilidades.”

Alucinadas: Lista de seleccionadas y ganadora de la convocatoria

Empezamos a alucinar el pasado abril, cuando nos interrogábamos sobre la escasez de obras de ciencia ficción escritas por mujeres. En general, hay menos escritoras que escritores, a excepción de géneros como el juvenil, el infantil o el romance. Esta tendencia resulta cuando menos llamativa en un tipo de literatura que, como la ciencia ficción, es un género que ofrece una libertad de posibilidades en cuanto a temáticas, tratamientos y estructuras narrativas. Al parecer, según estudios realizados en el mercado anglosajón (como los de la editorial Tor o la iniciativa VIDA Women in Literary Arts) , las mujeres envían menos manuscritos a las editoriales y a las revistas y fanzines de género, resultando en menos publicaciones y menos reseñas por parte de la crítica especializada.

5cb85-cyborgfemaleEn el mercado de habla hispana, la realidad es aún más acusada. Si ya de por sí lo fantástico es un género circunscrito a una minoría, la ciencia ficción es aún más restringida a nivel de fans. Y la sequía de escritoras que cultiven estos campos, nunca mejor dicho, es patente. Ante esa realidad, había dos opciones: lamentarse hasta el fin de los tiempos o reaccionar. El sello Palabaristas, de la mano de Cristina Macía, optó por lo segundo y me lanzó un difícil desafío: organizar, convocar y seleccionar una antología de diez relatos de ciencia ficción en español escritos por mujeres.

Como los retos en solitario son mucho menos interesantes y productivos, embauqué con malas artes a mi amiga y compañera de las redes, María Leticia Lara Palomino, del blog Fantástica Ficción, para que me acompañara en esta travesía. Su ayuda y dedicación han resultado imprescindibles a la hora de coordinar el trabajo de recepción, lectura y valoración de textos, y estoy segura de que sin ella, el proyecto se hubiera alargado y dificultado mucho.

Después de bautizar el proyecto con un nombre que representara las inquietudes de nuestra reacción, la convocatoria de Alucinadas nació un 24 de abril a través de un llamamiento a todas las escritoras en lengua española para que nos enviaran sus relatos originales. Gracias a las redes sociales y a la maraña de amistades con blogs amigos de este y el otro lado del Atlántico, obtuvimos la atención y el eco suficientes para que en los 5 meses de admisión de manuscritos recibiéramos:

  • 205 cuentos de 185 autoras (algunas escritoras enviaron varios manuscritos).
  • 12 países representados: España, Argentina, México, Cuba, Perú, Chile, Colombia, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Guatemala y Rumanía.
  • Temáticas muy variadas que, por orden de volumen de relatos presentados, se enmarcan en: Distopías, fantasía (que no se admitieron a concurso), biopunk, terror, viajes en el tiempo, romance, ciberpunk, space opera, post-apocalíptico, steampunk, ciencia ficción militarista, ciencia ficción social, exploración, primer contacto, ciencia ficción dura, cómic, ficción especulativa, humor, new weird, historia alternativa, viajes estelares y thriller.

Antes de ofrecer la lista de seleccionadas, queremos agradecer el esfuerzo realizado por todas y cada una de las mujeres que nos han enviado sus relatos. Sin ellas, sin vosotras, esta antología no tendría sentido. He aquí las seleccionadas, que son todas las que están, aunque no estén todas las que son, por motivos de espacio:

  1. Nieves Delgado (España) – Casas Rojas
  2. Yolanda Espiñeira (España) – El método Schiwoll
  3. Felicidad Martínez (España) – La plaga
  4. Layla Martínez (España) – Bienvenidos a Croatoan
  5. Laura Ponce (Argentina)- La Tormenta
  6. Teresa P. Mira de Echeverría (Argentina)- La Terpsícore
  7. Sofía Rhei (España) – Techt
  8. Lola Robles (España) – Mares que cambian
  9. Carme Torras (España) – Memoria de equipo
  10. Marian Womack (España) – Black Isle
  11. Angélica Gorodischer (Argentina)- A la luz de la casta luna electrónica

Como podéis comprobar, hay una viajera más en esta nave: no es otra que la escritora argentina Angélica Gorodischer que, sensibilizada con los objetivos de nuestra antología, accedió muy amablemente a cedernos uno de sus relatos, –fuera de concurso-, recogido en su libro homónimo publicado por Ediciones Andrómeda en 1977. Desde aquí queremos agradecer a Angélica su generosidad y buena disposición para con nuestro proyecto, y nos sentimos muy honradas de poder contar con ella entre las páginas de Alucinadas.

Después de leer cuidadosamente las historias seleccionadas, el equipo editor decidió que la ganadora de la convocatoria fuera la escritora argentina Teresa P. Mira de Echeverría por su cuento “La Terpsícore”, una historia de ciencia ficción dura y quántica, en la que se abordan los dilemas éticos derivados del progreso científico. Estamos convencidas que esta historia representa el sentido de la maravilla y la búsqueda de nuevos ángulos con los que abordar temas que preocupan al ser humano, que para nosotras forma parte de lo que hace intrínsecamente interesante y entretenida la ciencia ficción. ¡Felicitamos a Teresa   desde aquí!

Por último, solo nos queda revelar el nombre de la mujer que ha aceptado escribir el prólogo. Se trata de la norteamericana Ann Vandermeer, una mujer cuya extensa experiencia en el mundo de la edición -tanto en su etapa como editora de la revista Weird Tales como en su labor de coordinación de antologías junto a su marido Jeff Vandermeer- le han valido el reconocimiento internacional a través de numerosos premios. Su conocimiento del español le ha permitido involucrarse en el proyecto y queremos también agradecer su participación desinteresada y su capacidad de trabajo, a pesar de los numerosos compromisos profesionales a los que tiene que hacer frente.

La antología se presentará en el marco de la próxima Hispacón –la MIRCon-, que se celebrará en Montcada y Reixac del 6 al 8 de diciembre de 2014. Al evento acudirán María Leticia Lara Palomino, en representación del equipo de editoras, y Cristina Macía, del sello Palabaristas, así como varias de las autoras seleccionadas.

Creemos haber demostrado que hay un verdadero interés por parte de las autoras en desarrollar historias de ciencia ficción, y que solo necesitan incentivos y oportunidades que las motiven para que pongan su imaginación a trabajar. Pensamos que el género en su conjunto debe estar de enhorabuena ante el volumen de cuentos recibidos y el alcance internacional que ha adquirido el proyecto. Esto no es el final del camino para Alucinadas, sino solo el principio de un recorrido que esperamos sea duradero y fructífero. Estad atentos porque, en unos días, desvelaremos la portada de la antología.

Latinoamérica a través de la actual Ciencia Ficción

Hoy el blog se hace a un lado para dejar su espacio virtual a un bloguero del otro lado del Atlántico, Luis Cermeño, uno de las mentes detrás de la página milinviernos.com además de bloguero, escritor y divulgador colombiano. Si hace unos meses quisimos presentar una lista con los títulos en español más destacados dentro de la ciencia ficción y fantasía http://wp.me/p1QWpb-4M, hoy queremos complementar ese inventario con los trabajos aparecidos en aquella costa. De otro modo, el catálogo sería un ente incompleto. Agradecemos a Luis su interés y buen hacer, así como a todos los que han colaborado con su sabiduría en este artículo: Luis PestariniMiguel Ángel Fernández DelgadoLuis Saavedra VLaura PonceTanya Tynjälä, Carlos Enrique Saldivar, Sergio Gaut vel HartmanMiguel Angel Fernández Delgado José Joaquín Ramos.

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«He recibido la llamada trasatlántica de un curioso ser que se ha presentado como un blog. El motivo del contacto se debía, como me lo trató de explicar pausadamente, intentando aplacar mi asombro, a su deseo de conocer la acción por estas latitudes del trópico.  Tengo un blog milinviernos.com y sé lo exigente que en ocasiones estos se tornan, a veces insufribles, pero ineluctablemente merecedores de nuestro cariño. Y, sin embargo,  nunca sospeché de la existencia de uno de ellos como entidad viviente, capaz de hacer una llamada y en ella expresar sus deseos de una manera cordial como vehemente.

Aunque consumo regularmente noticias de divulgación científica, no me considero un gran conocedor de los adelantos más revolucionarios.  En esta ocasión, estaba en línea con una Inteligencia, con una vida autónoma, que me manifestaba su deseo por conocer esta parte del mundo, llamada de formas tan distintas: Latinoamérica, por unos; Sudamérica, por otros; Las Américas; por otros. Quería saber sobre las nieves más despiadadas de la cordillera de Los Andes; quería atravesar las selvas más inhóspitas del Amazonas; visitar los campos de batalla del Paraguay que recorrió hace algún siglo Sir Richard Francis Burton; bailar música Salsa; probar yagé; enamorarse en el Orinoco; acceder al código maya en Guatemala; tatuarse con los maras de Honduras;  repetir el periplo de Hunter S. Thompson desde Aruba hasta Río; penetrar los reinos subyacientes a Machu Pichu; divisar un ovni en el Titicaca; cazar una pelea en uno de los salones de barrio que a ritmo de Tango propinan la muerte a gauchos y compadritos.

Me tocó hacerle un llamado a la calma a esta entidad, ya que la excitación a la que lo abandonaba el alto vuelo de su imaginación era evidente. No soy un guía turístico y conozco poco del continente, en el que me encuentro más por el albur del nacimiento que por una vocación latinoamericanista, si algo así existe. El ser insistía en que debía ser yo quien le diera una idea de este continente para una futura expedición, para la cual ya tenía preparada una mochila y una provisión de medicamentos.

Después de un rato de conversación, llegamos al punto común del interés por la ciencia ficción. Para el blog, una buena forma de conocer una región es a través de su ciencia ficción actual.  A ello debí responder que aunque me gusta la ciencia ficción,  la mayor parte que consumo proviene del norte, tengo noticias de varios libros que se publican, pero a menos que estén dispuestos en Internet, es difícil lograr acceder a ellos. Son rumores de amigos de amigos. Gracias a las redes sociales, estamos empezando a conectarnos, tanto escritores, como editores y aficionados al género. Empezamos a romper el aislamiento.

El blog entonces me soltó una carta que hasta entonces tenía tapada. Me confesó que antes de mí se había comunicado con Luis Pestarini, escritor y editor argentino, conocido ante todo por ser el hombre de la revista “Cuásar”. Sobre esta situación de asilamiento en Latinoamérica, y la ignorancia evidente que existe entre los aficionados del género a las cosas que se hacen más allá de las fronteras de cada uno (y muchas veces incluso dentro), le dijo:

América Latina es un territorio extenso, culturalmente muy variado, y poco relacionado internamente en cuanto a la publicación de libros. Lo que hace que lo que es publicado en México por fuera del nicho de los best sellers, difícilmente tenga distribución en Chile o Argentina, situación que se replica en toda la región.

En seguida, me dijo que Pestarini le había ofrecido un panorama de esa Latinoamérica diversa, recolectando algunos títulos junto el mexicano Miguel Ángel Fernández Delgado, autor de la antología “Visiones Periféricas”; el escritor chileno Luis Saavedra V; y Laura Ponce, de ediciones Ayarmanot que publica la “Revista Próxima”. Estos títulos, con su respectivo comentario, son:

Título: Cita en la burbuja

Autor: Alicia Fenieux

Editorial: Editorial Forja (Santiago de Chile)

Segundo libro de cuentos de la serie “Cuentos del 2100”, de la periodista Alicia Fenieux, aborda las formas en que la tecnología afectará el comportamiento social e individual en un futuro cercano, impersonal y frío, escapando a los lugares comunes. Otro de los libros que han trascendido las fronteras de los lectores del género.

Título: Gongue

Autor: Marcelo Cohen

Editorial: Alfaguara (Buenos Aires)

Cohen ha escrito (y traducido) narraciones de ciencia ficción durante los últimos treinta años, pero su obra haescapado al rótulo genérico porque sus planteos son esencialmente lingüísticos y metaficcionales. Gongue pertenece a su serie de relatos ambientados en el Delta Panorámico, un territorio en un futuro indeterminado donde, en las distintas islas, se replican paisajes diferentes. El protagonista es un custodio que debe proteger propiedades de merodeadores, ya que el agua ha subido e inundado los edificios. Lo hace desde el extremo de una montaña de basura, abarcándolo todo con su mirada, otro rasgo característico de Cohen.

Título: Lluscuma

Autor: Jorge Baradit

Editorial: diario La segunda (Santiago de Chile)

Baradit es una de las figuras más populares, no de la ciencia ficción, sino de la nueva narrativa chilena, con libros que han sido verdaderos best-sellers. Lluscuma es una novela publicada en forma semanal, y está basada en un viejo caso Ovni acontecido en 1977 en Chile. El supuesto encuentro, el 25 de abril de 1977, de una patrulla militar chilena con una luz ovalada que baja del cielo y parece tragarse al cabo al mando, para devolverlo 15 minutos más tarde con barba de una semana y su reloj adelantado en 5 días. Los relatos son auto-conclusivos pero siguen una línea argumental general.

Título: Las mellizas del bardo

Autor: Hernán Vanoli

Editorial: Clase Turista (Buenos Aires)

Vanoli ha abordado la ciencia ficción en varios de sus libros, narrando lo cotidiano, con fuerte acento en rasgos argentinos, desde una realidad deteriorada. Las mellizas del bardo es Una novela de carreteras en un mundo post-apocalíptico donde las mujeres ejercen todos los roles habitualmente ejercidos por hombres (camioneras, barrabravas, mecánicas). Es sobre dos chicas que van huyendo. Huyen a sangre y fuego de un negocio mejicaneado, con el botín/víctima del secuestro: el ciborg de un héroe mundial del futbol, Lionel Messi.

Título: Otros seres y otros mundos: estudios en literatura fantástica

Autor: Campo Ricardo Burgos López

Editor: Universidad Sergio Arboleda (Bogotá)

Se trata de una recopilación de artículos y ensayos, aparecidos previamente en publicaciones periódicas o como conferencias. El autor, que ya tiene tiempo estudiando la literatura fantástica, desde los ángulos filosófico y sicológico, que son los que mejor conoce por su formación académica, divide su libro en tres partes. En la primera, ofrece dos estudios sobre literatura fantástica en general, el primero de ellos lo dedica al cine (El Exorcista y El laberinto del fauno); el siguiente, a las ucronías; en la segunda parte, estudia la literatura fantástica colombiana, en particular la de uno de su fundadores, René Rebetez, y un panorama de lo más reciente que se ha publicado; en la tercera parte, dedicado a autores consagrados, ofrece ensayos sobre C. S. Lewis, Borges y un tal Donald L. Wilson, que escribió un libro sobre cómo hacer crecer los senos usando la imaginación, pero que Burgos trata, con una gran dosis de humor y agudeza, como una obra de literatura fantástica.

Título: Los sueños de los últimos días

Autor: Hermann Gil Robles

Editor: Ediciones Andraval (Culiacán, México)

Este thriller ciberpunk es la primera novela de uno de los autores mexicanos jóvenes más prometedores y que ya cuenta con varios premios de cuento en su haber. El protagonista es contratado por una organización secreta que trata de detener una infección que provoca la pérdida de la conciencia, provocada por un grupo de artistas surrealistas. La obra está plagada de imágenes de pinturas.

A este listado, le propuse añadir otro, que hace poco preparó la escritora peruana-finlandesa de ciencia ficción y fantasía Tanya Tynjälä, en su blog de «Amazing Stories: Nuevos trabajos de Ciencia Ficción en Español«. En esta lista se nos consultó a Carlos Enrique Saldivar, joven escritor de CF peruano; Sergio Gaut vel Hartman, escritor y editor argentino; nuevamente al chileno Miguel Angel Fernández Delgado; a José Joaquín Ramos, de Alfa Eridiani; y a mí, experto en destrozarme los nervios con situaciones como la llamada del blog viviente.

Esta es  una lista construida en colectivo, por varias personas que estamos interesadas en lo que sucede a nivel regional con la Ciencia Ficción y tratamos de ver cómo lograr un mayor reconocimiento de éste, y sus autores, para seguir fomentando el género para expresar nuestras realidades únicas desde esta narrativa que se caracteriza por su profundidad y riqueza. Más allá de las certidumbres, nos interesa la reflexión que la Ciencia Ficción pueda originar, precisamente, porque al parecer sociedades como las de Latinoamérica, deben pensar  en el futuro  con la seriedad de un niño en el juego – parafraseando a Nietzsche-  para alcanzar un grado de madurez. Estamos lejos de ser naciones que  se puedan auto-determinar, pero los escritores de CF somos bien conocidos por anticiparnos a cosas que en un principio parecen muy fantásticas o imposibles.

El blog quedó un momento en silencio. Pensé que se había cortado la comunicación. Entonces volvió a aparecer. Dijo que lo esperara. Que le habían quedado más ganas de conocer Latinoamérica y que algún día llegaría a mi casa, con maletas y no me molestara si me pedía hospedaje por unos días.  Las puertas están abiertas, le contesté. Es Ciencia Ficción, todo está permitido.»

El blog… haciendo amigos.