Encadenando “memes”

Hola, soy un meme. No soy un meme para memos ni una memez de meme. Soy, damas, caballeros e intersexos varios, un meme de libros y llego desde las insondables profundidades donde se produce la intersección entre la biblioteca borgiana, el subconsciente humano y la tecnología de la información. Busco lectores que hayan leído, al menos, diez libros para que me ayuden a extender mi influencia a lo largo de vuestras conciencias. Dicen los memes de videojuegos que estoy condenado, que no puedo encontrar un sustrato de lectores que no existe y que pueden contarse con los dedos de media mano los que han leído tal número de libros y cuentan, encima, con materia gris sobrante para recordarlos.

No seas memo y extiende este meme.

Siguiendo la estela de ‪@odo@Qdony @jm_oriol @leemaslibros ‏‪@jorgebouza‪ @kpitel@ondasolitaria @tradelosreyes y del resto, aquí tenéis la colección de libros MEMORABLES de este humilde blog y su creadora.

Un libro que cambió mi vida

Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez porque fue el primer libro para adultos que leí. Recuerdo que mis padres compraron una colección de obras maestras de la literatura contemporánea con tapas de piel marrón y letras doradas de la editorial Seix Barral. Eran más de 100 volúmenes de periodicidad mensual y el del colombiano fue el primero que llegó. Como no tenía ilustraciones, pensé que sería un tostón y tengo que confesar que lo empecé con pocas ganas. Creo que tardé un par de días en terminarlo: los personajes atravesaban las páginas y la historia era increíblemente interesante. Había odio, amor, envidia, celos, pasión y otras emociones expresadas de manera sensible y poderosa. Acostumbrada a leer a Enid BlytonGarcía Márquez abrió la puerta a un mundo repleto de nuevas e interesantes historias.

Un libro que tuve que leer más de una vez

The Physics of Star Trek de Lawrence Krauss con prólogo de Stephen Hawking. Como soy de letras, cualquier lectura que implique ciertos pre-conocimientos científicos, me lleva un rato. Descubrí este título durante mi año de prácticas en un periódico cultural de Chicago. Aunque trabajaba en el departamento de marketing, a veces me colaba en el almacén donde se guardaban los libros que las editoriales enviaban para que el periódico las reseñara. Había miles de libros en estanterías, cajas y contenedores de todos los tamaños y solía rebuscar entre aquella marea literaria algún título interesante. Le pregunté a mi jefa si podía leerlos en casa y devolverlos después. Ella me contestó que podía quedarme con los que quisiera. El de Krauss fue uno de aquellos libros, que aún conservo. Confieso que lo he leído a trozos. Cada capítulo puede disfrutarse de manera independiente, pero algunas de las explicaciones científicas han requerido que leyese cada párrafo unas cuantas veces. Tengo entendido que está en proceso de traducción al español…

Un libro que me llevaría a una isla desierta

En realidad no es un libro sino una trilogía: Marte RojoMarte Verde y Marte Azul de Kim Stanley Robinson. La razón aquí   https://masficcionqueciencia.com/2013/06/13/cambios/

Un libro que me hizo reír

La Importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde. Se trata de una pieza de teatro que él mismo subtituló como una “Comedia trivial para la gente seria” cuando fue estrenada. Critica de manera acertada e inteligente la encorsetada sociedad inglesa de la época victoriana y tiene frases buenísimas que rezuman ironía y sarcasmo:

“De veras que no veo nada romántico en declararse. Estar enamorado es muy romántico. Pero no hay nada romántico en una declaración en toda regla. Sobre todo porque puede ser aceptada. Con lo que la emoción desaparece por completo. La esencia del romanticismo es la incertidumbre. Si me caso alguna vez, haré todo lo posible por olvidarlo.”

“En la vida marital tres son compañía pero dos no.”

“La ignorancia es como un fruto delicado y exótico; lo tocas y se estropea.”

“Hay gente a la que no se le deben contar ciertas cosas. La vida es una cuestión de tacto.”

“No creo que me gustase atrapar a ningún hombre sensato. No sabría de qué hablar con él.”

“Lo que nos parecen tragos amargos son a menudo bendiciones disfrazadas.”

“El corazón posee cierta sabiduría tan efectiva como la de la cabeza.”

Ésta es una de esas obras de teatro que se puede disfrutar siendo simplemente leídas. Recomiendo su lectura en inglés: se capta la ironía de Wilde a la perfección y, como es bastante corta, no resulta pesada. En definitiva, es un libro para una tarde de risas.

Un libro que me hizo llorar

Tanto el blog como yo tenemos una capacidad especial para bloquear cualquier sentimiento negativo en lo que respecta a los libros, y hasta el momento hemos conseguido no derramar lágrimas –reales o virtuales- con ninguno. Sin embargo, somos conocidos llorones profesionales en lo que re refiere a series de TV o largometrajes.  Pero, para no parecer insensibles, hemos ahondado en lo más profundo de nuestra memoria para encontrar aquel título que nos dejó lo más cerca posible de una mueca  de tristeza. Ya hemos hablado en una entrada anterior de Frederik Pohl, pero hasta ahora no hemos mencionado una de sus novelas que, aunque no es de las más conocidas, nos impactaron cuando la leímos. Estamos hablando de Man Plus, una historia que ganó el premio Nebula en 1976. La deshumanización progresiva de un hombre que va siendo transformado en cyborg para viajar hasta Marte y poder soportar sus condiciones de vida nos recuerda al Frankenstein de Mary Shelley. Sentimos una especial predilección por los parias, los monstruos, los intocables y, sobre todo, por sus sentimientos. Man Plusconsiguió inquietarnos lo suficiente como para angustiar el corazón virtual del blog.

Un libro que me hubiera gustado escribir

Se trata de un cuento de Jorge Luis Borges contenido en El Aleph titulado “La casa de Asterión”. Cuenta la historia del minotauro… desde su punto de vista. Este relato corto incluye todos los temas que me parecen interesantes: la mirada del Otro, del monstruo, que reflexiona sobre sí mismo; la tragedia de una vida abocada a un destino prefijado; el valor de la libertad, etc. La forma en la que empieza y termina este cuento siguen influyendo en mi propia  manera de escribir… lo descubro cada día.

Un libro que aborrezco

El Código Davinci de Dan Brown. En mi opinión es un mal representante del género especulativo: personajes planos, conspiraciones basadas en ideas populistas asumidas como científicas; utilización de la cultura europea, y más concretamente de la francesa, para dotar a la trama de credibilidad… podría seguir ad infinitum… Nunca he vuelto a leer nada de Mr. Brown y creo que ya le he dedicado demasiadas líneas a su… creación.

Un libro que me decepcionó

Rainbow Bridge de Gwyneth Jones. Admito que la culpa es mía. ¡Solo a mí se me ocurre empezar una saga por el libro final! Porque ¡no me digáis que no tiene buena pinta un libro que habla sobre un futuro cercano en el que estrellas del rock se alzan con el control del gobierno! El argumento me pareció muy original y quise comprobar cómo lo resolvía Jones, pero ni siquiera he podido terminarlo, lo confieso. Y no hay manera…

Un libro que estoy leyendo ahora

Perdido Station de China Miéville. Podría pasarme horas hablando de este autor y de sus obras. En concreto, ésta es la segunda que llega a mis manos y de nuevo me ha sorprendido, alegrado, hechizado, horrorizado, fascinado, divertido, sugestionado, atraído, inspirado, sugerido, trastornado, convencido, iluminado, provocado, conquistado, perturbado, aturdido, entretenido, desconcertado y muchos otros verbos que seguramente aún no se hayan inventado. Ya os diré qué me ha parecido en una próxima entrega del blog.

Un libro que pretendo leer

El Rey Trasgo. La Ciudadela y la Montaña, una novela de Alberto Morán Roa que acaba de publicar Kelonia Editorial. He conectado a través de las redes sociales conAlberto y de inmediato he sentido una atracción irresistible por su proyecto, que está complementado con una portada expresionista de esas que a mí me gustan, de Barb Hernández. Se trata de una novela de fantasía, no de ciencia-ficción, aunque la frontera entre ambos géneros es a veces tan delgada que no se puede precisar claramente dónde termina uno y empieza el otro. Porque un dosis de fantasía no viene mal en los tiempos que corren.